La fobia a los gatos es relativamente frecuente y a los amantes de los gatos nos resulta muy chocante, ¿verdad? Continúa leyendo para saber un poquito más sobre ella.

La palabra “ailuro” es un término griego cuyo significado es “gato”. Por tanto, la ailurofobia, es el miedo o rechazo a los gatos. Sin embargo, se trata de un miedo persistente, anormal e injustificado a estos animales, que puede llegar a ser incluso patológico.

Es una fobia muy común y, las personas que la padecen, sufren taquicardia, dificultades respiratorias, sudoración excesiva y ataques de pánico al tener un gato cerca. También puede aparecer el miedo al ver imágenes de gatos, dependiendo siempre de la gravedad del trastorno.

El miedo puede remontarse a una mala experiencia con un gato durante la infancia, una edad muy impresionable donde un simple rasguño de un animal que intentaba defenderse puede dejar al individuo marcado.

Asimismo, durante la Edad Media los gatos eran asociados a la brujería, el demonio y lo sobrenatural. Y, aunque parezca mentira, dicha creencia continúa, a día de hoy, en el subconsciente de muchas personas.

Finalmente, es de destacar algunos personajes muy conocidos que han sufrido ailurofobia, como son: Julio César, Benito Mussolini, Adolf Hitler y Napoleón Bonaparte. Este último, como hábil político que era, utilizó a los gatos como arma diplomática. Cuando se entrevistó con el sultán de Egipto, sabiendo el aprecio que los egipcios tenían a estos animales, mantuvo uno en su regazo durante la entrevista.

Curiosamente, la mayoría los personajes que sufrían esta fobia no destacaron precisamente por su benevolencia. Quizá el tener un gato cerca nos haga ser más bondadosos.