La salud bucal del gato es muy importante. Muchas veces es en la boca donde aparecen los síntomas de algunas enfermedades. Por ello, es importante conocer sus características principales para poder anticiparnos al desarrollo de estas patologías.

En primer lugar, nos centraremos en la dentición. Debemos saber que los gatos nacen sin dientes y éstos comienzan a aparecerles a las 2 semanas, siendo hacia los 2 meses cuando completan la dentadura temporal y sumando ésta un total de 26 piezas. Los permanentes  empiezan a salir a los 3 meses, finalizando la dentadura definitiva a los 7 meses con 30 piezas que, a diferencia de los de leche, incluyen los molares.

Es común que, en este periodo de caídas y salidas de dientes, el animal presente molestias, por lo que suelen morder objetos para aliviar dicho dolor. Además, si observamos detenidamente a nuestro gato en esta época, podremos verlo en alguna ocasión intentando tragarse un diente. No hay que preocuparse, pues no es algo malo, pero podemos abrirle la boca con cuidado e intentar sacárselo.

También debemos mencionar la importancia de la lengua, que presenta papilas gustativas de tipo cónicas con diversas funciones: para bañarse, pues eliminan cualquier partícula que no pertenezca a su pelaje; para alimentarse, ya que ayudan a desgarrar la carne de la presa; y para beber.

Estudios recientes muestran que los gatos, al contrario que los perros, no enroscan la lengua para formar una «cuchara» para recoger el agua, sino que colocan la punta de esta en la superficie del agua y el líquido se pega a ella. De esta manera, el gato sube la lengua llevando el agua  a la boca, pero sin mojarse la cara y las vibrisas.

Finalmente, cabe destacar que la higiene bucal en los gatos es fundamental, ya que la acumulación excesiva de sarro puede ser causa de muchas enfermedades que pueden producir enrojecimiento e inflamación a este nivel.