Todo el que empieza a convivir por primera vez con un gato se hace esta pregunta. Y es que, como siempre pasa, tendemos a pensar en el gato como un perro pequeño. Sin embargo, una de las muchas ventajas que tienen estos animales es precisamente lo limpios que son.
Los gatos presentan un comportamiento de aseo exquisito. Por un lado, realizan el denominado acicalamiento, que sirve para mantener la higiene, eliminar olores desagradables y conservar el pelaje en buenas condiciones para que pueda realizar su función de termorregulación. Para ello emplean su lengua, que está repleta de papilas cónicas y actúan a modo de las cerdas de un cepillo, así como sus patas para poder llegar a zonas de su cuerpo inalcanzables de otra manera.
Por otro lado, podemos observar en los gatos el denominado allogrooming o acicalado social. Esta conducta consiste en un acicalamiento recíproco entre dos individuos durante un encuentro. Habitualmente se entiende que este tipo de comportamiento aparece entre gatos que presentan un vínculo estrecho, estén emparentados o no. Sin embargo, se debe interpretar con cautela, pues en ocasiones se puede considerar como una señal de dominancia.