No es raro que tengas envidia del talento tan natural de los mininos por conseguir estirar cada parte de su cuerpo y de poder adoptar las posturas más curiosas del mundo.

Un gato adulto puede llegar a dormir 16 horas diarias, ¡casi nada! Menos mal que no las duermen del tirón, sino nos asustaríamos mucho. Los felinos son cazadores natos, y por ello deben estar siempre alerta, pudiendo recobrar la compostura en segundos. Estirarse les ayuda a poder retomar el control de su cuerpo sin problemas y pasar rápidamente del estado de sueño al de vigilia para así, poder actuar rápidamente en caso de amenaza. Además, estos estiramientos estimulan el flujo sanguíneo, lo cual les viene genial, pues no es que adopten las posturas más cómodas.

Los humanos hemos copiado algunos de estos movimientos para poder estirar nuestro cuerpo y así mejorar nuestros problemas de espalda, como, por ejemplo, la postura del Gato en yoga. Ayuda a reducir el estrés, previene del dolor de espalda, mejora la digestión y mejora la circulación sanguínea, entre otros muchos beneficios.

Quizás deberíamos plantearnos observar más a estos encantadores animales pues aprenderíamos muchísimas cosas.