Ampliar la familia felina puede ser un proceso muy sencillo o puede requerir bastante tiempo, pero existen diversos trucos para facilitar todo lo posible la integración del nuevo miembro, que explicamos a continuación:

  • Se debe crear una habitación temporal donde deberá estar el nuevo gato el tiempo que requiera. Aquí se tendrá que colocar todo cuanto necesite (comedero, bebedero, bandeja de arena, cama, rascador, juguetes…).

  • El empleo de feromonas felinas (Feliway) puede ayudar mucho en el proceso de adaptación. Existen tanto en spray como en difusor y en este caso hay dos tipos que nos pueden ayudar: Feliway Classic (feromona facial felina F3), que hará más fácil la adaptación al nuevo territorio y Feliway Friends (feromona de apaciguamiento felino), que disminuirá los conflictos y la tensión entre gatos.

  • Se puede emplear un trapo para restregárselo al nuevo gato, sobre todo en la zona de las mejillas y la base de la cola, y luego usarlo para acariciar a los gatos que ya vivan en la casa. La operación se puede repetir del revés con otro paño, es decir, de nuestros gatos al nuevo. De esta manera estaremos realizando una transferencia de olores y se habituarán a ellos más fácilmente.

Estas son solo algunas estrategias para empezar. Ahora bien, cuando comencemos con las presentaciones como tal es muy importante que tengamos paciencia y no nos frustremos rápidamente, pues muchas veces lo único que necesitamos es tiempo para que los gatos se adapten y se acepten.

Podemos comenzar poniéndole chuches o pienso a cada gato enfrente de la puerta. Si después de hacerlo varias veces vemos que la respuesta es buena y no hay signos de agresividad, podemos pasar a la siguiente fase. Esta consistirá simplemente en abrir la puerta y que vaya explorando poco a poco el entorno. Podemos dividir la casa por zonas para que no pase de golpe de un espacio pequeño y conocido a uno grande por descubrir. Eso sí, es muy importante que el otro gato se quede dentro de una habitación mientras el nuevo explora.

A continuación, podemos comenzar con las primeras presentaciones, que deberán ser cortas de duración y sin contacto físico. Para ello podemos colocar una valla en el hueco de la puerta de la habitación de transición o, si nos es más sencillo, colocar a cada gato en su transportín. Esta operación se puede realizar un par de veces al día hasta que veamos que ambos están tranquilos.

Finalmente, si todo ha ido bien hasta este punto, podemos comenzar con las verdaderas presentaciones sin barreras entre gatos para que interactúen, pero siempre bajo nuestra atenta mirada. Conforme vayamos viendo que se toleran podremos ir disminuyendo la vigilancia. Si todo este proceso lo hacemos paso a paso y sin prisas será más fácil que nuestros gatos acaben aceptándose el uno al otro.