¿Alguna vez os habéis preguntado que hace vuestro gato cuando pone cara de haber presenciado algo que ocurría en otro lugar?
Pues, nada más lejos de la realidad, cuando nuestros gatitos permanecen en este estado están recibiendo información del exterior a través de las feromonas. Estas le informan sobre animales extraños, su edad, salud, jerarquía… incluso si está en celo o no, muy importante para la propagación de su especie y, sobre todo, para su supervivencia.
Cuando detectan estas feromonas, abren la boca y retraen los labios generando esa carita que tanta gracia nos hace y recibe el nombre de reflejo de Flehmen. De esta forma, son capaces de transportar estas moléculas químicas hasta el órgano vomeronasal localizado entre las fosas nasales y la boca. Este órgano pertenece al sentido del olfato, las neuronas presentes en él son las encargadas de detectar estos estímulos, y se encargará de conducirlos al hipotálamo situado en el cerebro, donde se analizará toda la información.
No son los únicos animales que tienen esta respuesta, los caballos, cabras e hipopótamos entre muchos otros mamíferos, nos brindan escenas difíciles de olvidar. Como curiosidad, las serpientes usan este órgano para detectar presas a larga distancia, sacan la lengua y atraen partículas hacia el interior de su boca. En el caso de los humanos no se sabe a ciencia cierta si el órgano vomeronasal es activo, se atrofia o es funcional, los científicos difieren.
Como vemos, tenemos en casa a pequeños videntes en potencia que pueden saber lo que ocurre a cientos de kilómetros de distancia. Y tú, ¿Alguna vez has visto a tu gatito haciéndolo?