El oído del gato es toda una caja de sorpresas. A continuación te contamos algunos detalles que seguro no conocías.

1. Los gatos tienen 32 músculos en las orejas que les permiten ejecutar una gran variedad de movimientos, muchos imperceptibles al ojo humano, y cuya finalidad es localizar el origen del sonido con gran precisión.

2. Cada oreja puede rotar 180 grados y su movimiento es independiente entre sí y del resto del cuerpo. Por dentro las orejas están llenas de corrugaciones, diseñadas para amplificar el sonido, que posteriormente atravesará el tímpano.

3. Pueden oír hasta 11 octavas más que los humanos, lo que les convierte en uno de los mamíferos con mayor rango de audición. Pueden detectar desde sonidos muy agudos, como los ultrasonidos que emiten los roedores, hasta muy graves, como el ronroneo que ellos mismos producen.

4. El 80% de los gatos blancos con ojos azules son sordos debido a un gen dominante que produce una degeneración del oído interno en la semana primera semana de vida.

5. El pliegue de la base lateral de las orejas se llama Henry’s pocket y aunque su función no se conoce con exactitud se piensa que permite al gato agachar las orejas pegándolas a la cabeza, como cuando tienen miedo o están a punto de cazar, y también filtrar los sonidos para detectar los más agudos.