La dirofilariosis es una enfermedad grave causada por un gusano llamado Dirofilaria immitis. Puesto que las formas adultas de estos nematodos se localizan principalmente en el corazón, los pulmones y los vasos sanguíneos que rodean estos órganos, se conoce comúnmente como “la enfermedad del gusano del corazón”.
¿Cómo se infecta el gato?
Se transmite a través de la picadura de mosquitos que inyectan las larvas mientras succionan la sangre del gato. Estas larvas, denominadas microfilarias, viajan por el torrente sanguíneo hasta desarrollarse los gusanos adultos en el pulmón, corazón y vasos sanguíneos que rodean a estos órganos.
Cuando un gato se infecta pueden pasar unos seis meses antes de que las larvas se conviertan en adultas. A partir de ahí, los gusanos tardan entre dos y tres meses más en desarrollarse y producir microfilarias, que son un nuevo grupo de gusanos jóvenes que están en la sangre y esperan a que un mosquito pique para ser transmitidos así a otro animal. A medida que este ciclo se repite, los gatos pueden continuar sin ser diagnosticados en el transcurso de varios años y ser portadores. Dado que el tratamiento para la dirofilariosis es bastante complejo y que a menudo se diagnostica mucho después de que la infección se propaga, la Dirofilaria immitis en los gatos puede ser mortal.
Al transmitirse por mosquitos, suele haber una mayor tranquilidad porque creemos que el gato, al pasar la mayor parte de su tiempo en el interior de casa, no puede verse afectado. Prestamos más atención a los perros que pasean por montes, riveras de ríos y zonas urbanas y rurales con gran carga de mosquitos. Pero cuidado, esta confianza puede traicionarnos. Los gatos cada vez más salen al exterior de terrazas bien cerradas por su seguridad, pero a las cuales pueden acceder los mosquitos. Tampoco hay que olvidar a los gatos outdoor o los que viven en colonias felinas, muchas veces cercanas a ríos. Por tanto, no proteger a nuestro compañero felino frente a la picadura de mosquitos puede ponerlo en riesgo.
¿Qué síntomas puede desarrollar el gato?
El gato doméstico es un huésped atípico de este parásito y la incidencia en gatos es 10 veces menor que en perros. No obstante, el diagnóstico de la infección en los gatos es más difícil y es probable que estas incidencias sean mayores. La propensión a desarrollar parásitos es menor, adquieren un número menor de gusanos y de menor tamaño. Sin embargo, en ellos la enfermedad es más grave porque incluso un número pequeño de dirofilarias constituye una amenaza en su vida. Aunque los gusanos adultos presentes en las arterias provocan arteritis local, muchos gatos nunca manifiestan signos clínicos. Cuando aparecen los síntomas más graves suele ser cuando mueren las dirofilarias adultas al final de su ciclo de vida y los fragmentos del parásito pueden provocar trombos graves y la muerte del animal. La edad habitual de los gatos infectados ronda entre 3-6 años.
Los signos clínicos en gatos infectados en caso de aparecer suelen ser: desde inespecíficos tipo vómitos, diarreas, letargo, náuseas, falta de apetito y peso… hasta más graves como dificultad para respirar, síntomas parecidos al asma, tos, jadeo, falta de equilibrio y problemas para caminar, temblores, problemas de visión e incluso, en las formas más graves, la muerte súbita del gato. Una vez que el parásito adulto está desarrollado, la enfermedad es difícil de tratar y conlleva riesgo, por lo que lo más importante es la prevención.
¿Cómo se puede prevenir?
No queremos inculcar un miedo innecesario, sino más bien hacer ver que las revisiones periódicas del gato en el veterinario son necesarias, así como la profilaxis de la enfermedad con desparasitaciones. En la actualidad existen productos muy eficaces para la prevención de la picadura de mosquitos y para evitar que se desarrollen los gusanos adultos en el gato, que además vienen incluidos en presentaciones tipo pipeta donde el gato queda protegido frente a otros parásitos. La administración de estas sustancias debe iniciarse en gatitos de 8 semanas de edad y se debe administrar a todos los gatos en zonas endémicas de dirofilariosis, como es España.