La hidrocefalia es una enfermedad multifactorial que afecta a un pequeño número de gatos. Normalmente cursa con unos signos concretos que pueden ayudar al propietario a detectarla de una forma precoz, pudiendo ofrecer una buena calidad de vida a su felino.
El término hidrocefalia deriva del griego «hidro» (agua) y «cefalo» (cabeza) y consiste en una mayor acumulación de líquido cefalorraquídeo (LCR) dentro de la bóveda craneal.
En el cerebro existen cuatro cavidades anatómicas que reciben el nombre de ventrículos cerebrales. Se encuentran interconectados entre sí, y constituyen el sistema ventricular por el que circula el líquido cefalorraquídeo. Sus nombres son: ventrículos laterales (2), tercer ventrículo y cuarto ventrículo. El LCR se crea en los denominados plexos coroideos de estos ventrículos y sigue su recorrido comenzando en los laterales, posteriormente en el tercero y finalizando en el cuarto, donde se absorbe y logra llegar a circulación sanguínea. Cuando este complejo mecanismo falla en alguna de sus partes o se ve alterado, como, por ejemplo, cuando se produce una obstrucción del flujo de LCR, provocará una distensión del sistema ventricular. Puede ocurrir por una mayor producción de LCR, una disminución de la absorción u obstrucción del flujo. Debido a esto pueden producirse infartos y necrosis a nivel cerebral, disminuyendo su volumen y dejando así espacio que ocupa el LCR.
El volumen de LCR dentro del cráneo depende de un equilibrio entre la tasa de formación y la tasa de absorción. La tasa de formación de LCR se considera constante y es independiente de la presión intracraneal. Si la hidrocefalia causa o no un aumento de la presión intracraneal depende de tres factores:
- Presión: dependiente de la gravedad de la obstrucción y disponibilidad de vías alternativas de absorción. Estas vías alternativas tardan en formase, por tanto, siempre será más grave un aumento de presión agudo que uno más paulatino.
- Eficiencia de transmisión de la presión ventricular a la superficie del cerebro: depende de la elasticidad del cerebro y el tamaño de los ventrículos. En las primeras etapas, el cerebro es incompresible y las únicas formas de compensar el aumento de presión es dirigir la sangre hacia la circulación sistémica y desplazar el LCR hacia otras zonas. Sin embargo, con el tiempo, el cerebro se vuelve más compresible.
- Tamaño ventricular: los ventrículos más pequeños son menos eficientes en transmitir la presión ventricular a la periferia.
La obstrucción de un agujero interventricular suele ser causada por una masa o lesión inflamatoria. Las aberturas laterales pueden obstruirse debido a malformaciones del desarrollo como en la peritonitis infecciosa felina (PIF), siendo esta la causa más común de hidrocefalia secundaria en gatos, pues el virus tiene predilección por esta zona.
Tipos de hidrocefalia
Clínicamente, la hidrocefalia se puede clasificar como congénita (de nacimiento o en los primeros 6 meses de edad) o adquirida. No existe predisposición de género, pero sí por raza, como los siameses, persas, orientales de pelo corto y toyger, aunque puede ocurrir en cualquier raza.
Signos clínicos
Algunos animales con hidrocefalia son asintomáticos y normales en el examen físico. Sin embargo, los signos clínicos de hidrocefalia congénita más característicos son una cabeza agrandada en forma de cúpula con fontanelas persistentes y suturas craneales abiertas. Suele deberse a alteraciones en el desarrollo fetal, enfermedades hereditarias, infecciones virales (como PIF o panleucopenia), exposición a teratógenos, etc. Por otro lado, los déficits a nivel neurológico incluyen comportamiento anormal, disfunción cognitiva, estado mental alterado, dificultad en la marcha, ceguera, alteración en la posición de la pupila, convulsiones, etc. El curso de la enfermedad es variable y difícil de predecir. Estos déficit neurológicos pueden progresar con el tiempo, permanecer estáticos o incluso mejorar después de 1- 2 años.
La hidrocefalia adquirida puede desarrollarse a cualquier edad. Ocurre cuando el flujo de LCR está bloqueado por una masa (neoplasias, abscesos…), infecciones, hemorragias intraventriculares o alguna otra anomalía. Los déficits neurológicos son similares a los de los que ocurren en la hidrocefalia congénita.
Tratamiento y pronóstico
Este varía según la gravedad y la progresión de los signos clínicos, además de la capacidad de respuesta que tenga al tratamiento. Existe tratamiento médico y quirúrgico que variará según el origen y el tipo de hidrocefalia. Son animales con pronóstico reservado, aunque, más del 50% de los animales suelen responder al tratamiento.
Prevención
Como medidas preventivas, se debe evitar la cría de gatos con hidrocefalia congénita para evitar esta en su descendencia.