El gatito neonato tiene una forma muy particular de comunicarse con su madre. A veces incluso puede permanecer un resquicio de este lenguaje cuando son adultos. Sigue leyendo para conocer todos los detalles.

Los gatitos nacen con las orejitas plegadas y los ojitos cerrados, se podría decir que nacen ciegos y sordos. Sin la vista y el oído desarrollados, madre y gatitos se comunican a través de vibraciones. El ronroneo y los chirrups, que son gorgoritos con la boca cerrada, son el primer lenguaje que conocen los gatitos al nacer. Sin embargo su olfato y su tacto es ya sensible desde el primer día de vida.

No abrirán los ojitos hasta los 10 días de vida, aunque algunos pueden hacerlo en la primera semana. Durante las siguientes semanas su vista irá mejorando poco a poco hasta el mes de vida, cuando ya pueden reconocer a su madre y hermanos con solo verlos.

Sus orejitas se irán desplegando desde el tercer día de vida y a la tercera semana ya serán capaces de dirigir la cabeza hacia el origen del sonido. Con un mes recién cumplido ya tienen el sentido del oído casi completamente desarrollado.

Sin embargo, su madre seguirá haciéndoles chirrups para que acudan a ella y ronroneándoles durante los aseos y sesiones de lactancia, para que sientan que son parte de una preciosa familia.

¿Y por qué permanece el ronroneo en los gatos adultos? Cuando estos ronronean de mayores están recordando ese sentimiento de paz y tranquilidad que les da el poder comunicar cariño sin tener que decir nada.