Cada verano, como veterinarias, nos llega alguna persona pidiendo que pelemos a sus gatos de pelo corto, el motivo suele ser que sueltan mucho pelo y es difícil mantener la casa limpia así… ¿Quieres saber lo que les decimos?

Los gatos también cambian el armario de invierno a verano, durante los meses fríos desarrollan un pelaje que rellena los huecos entre sus pelos para mantener el calor corporal. Cuando llega la primavera se van deshaciendo de este manto, sueltan mucho (o muchísimo) pelo, si tienen acceso a exterior más aún. Como ya te habrás dado cuenta, ellos mismos se lo retiran acicalándose, y terminan ingiriéndolo y en ocasiones vomitándolo en bolas de pelo.

¿Tiene sentido entonces que les ayudemos a esa “muda” con un corte de pelo veraniego?

Lo cierto es que el pelo protege la piel de la radiación ultravioleta, es decir, un gato sin pelo se puede quemar al sol. Una vez han mudado el pelaje de invierno el pelo que queda actúa como una sombrilla para ellos, no como una manta. Cuando se acicalan su saliva se evapora y les refresca.

Además los gatos tienen otros mecanismos para disipar el calor: por las almohadillas y las orejas, en última instancia cuando están muy sofocados pueden jadear. Además buscarán aquellas zonas de la casa donde se esté más fresco y se colocarán con su barriga pegando al suelo.

Recuerda que a los gatos les gusta mucho más el calor que el frío, su temperatura ideal son los 23-24 grados.

Así que no, no tiene mucho sentido cortarles el pelo en verano.

¿Hay alguna excepción en la que sea beneficioso pelar a nuestros gatos?

  • Algunos gatos de pelo largo sufren dermatitis por el acúmulo de pelo muerto o enredado. En estos casos es interesante retirar los nudos con una maquinilla especial e intentar mantener el pelo desenredado el máximo tiempo posible.
  • Cuando tenemos enfermedades de la piel como dermatofitosis (tiña) para poder aplicar el tratamiento tópico y minimizar la diseminación de las esporas
  • Aquellos gatos que tienen tendencia a formar tricobezoares (bolas de pelo) que pueden llegar a poner en riesgo su salud.

Si necesitas pelar a tu gato por alguno de estos motivos prima la salud por encima de la estética: es mejor que lo lleves a una clínica veterinaria donde lo puedan hacer bajo sedación y con fluidoterapia, para que el gato sufra el mínimo estrés, ya que es un procedimiento largo, incómodo y ruidoso. Es un buen momento para aprovechar y realizarle una analítica anual y un examen físico en profundidad.

¿Qué podemos hacer nosotras para ayudarlos a pasar mejor la muda y más fresquitos el verano?

  • Cepillados diarios para retirar el pelo muerto y mejorar la calidad el pelaje.
  • Aumentar la dieta húmeda para que el pelo pase mejor por el tracto digestivo.
  • Aumentar los puestos de agua por la casa, colocar una fuente o hielos.
  • Crear sitios frescos para el gato dentro de la casa, podemos colocar alfombras refrescantes.
  • No potenciar el juego en las horas de más calor.