¿Tienes alergia a los gatos pero quieres convivir con uno? Calma, no está todo perdido. Con los siguientes consejos puede ser más llevadera o incluso llegar a desaparecer.
La alergia a los gatos es la alergia de origen animal más común, afectando a 1 de cada 5 personas a nivel mundial. Al contrario de lo que se piensa, no la produce el pelo de estos animales, sino una proteína presente en su saliva y su piel. Concretamente, la proteína Fel d 1, la cual se dispersa por el ambiente mediante la caspa y, cuando los gatos se acicalan, la esparcen por todo su cuerpo. Los gatos machos la producen en mayor medida que las hembras, es por esto que las gatas producen menos alergia.
Recientes estudios han demostrado que esta proteína puede verse neutralizada mediante anticuerpos anti-Fel d 1 (IgY) presentes en el huevo de gallina, bloqueando de esta manera la capacidad de Fel d 1 para unirse con la inmunoglobulina E humana (IgE) y desencadenar la respuesta alérgica. Una conocida casa comercial ha creado un nuevo alimento para gatos que contiene la inmunoglobulina Y anti-Fel d 1 y reduce la proteína Fel d 1 en el gato y, por consiguiente, hace que el gato produzca menos alergia.
Es muy importante comprender que no es el gato el que produce la alergia como tal, sino que somos nosotros los alérgicos, por lo que es nuestro deber ponerle freno a la alergia y nunca optar por abandonar al animal. Los síntomas que produce son por todos conocidos, destacando: los estornudos, la tos, los picores, el enrojecimiento, la congestión y la secreción nasal. Estos pueden resultar muy molestos, pero con unas simples medidas de prevención e higiene que detallamos a continuación resultará más sencillo soportarlos.
- Limpiar con aspiradora todos los días, sobre todo en las zonas donde se pueda acumular la caspa.
- Lavar con mucha frecuencia las fundas de los sofás, cojines, colchones y almohadas
- Evitar el uso de alfombras y, si no es posible, limpiarlas muy a menudo.
- Ventilar asiduamente las habitaciones de la casa.
- Cepillar el pelo al gato de manera frecuente.
- Usar mascarilla para limpiar el polvo.
- Evitar que el gato esté en las zonas donde la persona alérgica pasa más tiempo.
- Emplear fármacos que frenan la alergia y/o disminuyen sus síntomas.
- Usar productos que reduzcan la carga alergénica ambiental (Vetriderm®).
- Utilizar un alimento para el gato que contenga inmunoglobulina Y anti-Fel d 1 (Purina ProPlan LiveClear®).
Bañar al gato no es una buena opción ya que, aunque algunos estudios demuestran un beneficio, la duración de la desaparición de Fel d 1 es de tan solo 1-2 días, por lo que habría que estar bañando el gato con esta frecuencia. Asimismo, no es una medida tolerada por cualquier gato, por lo que podría generarle un estrés innecesario y tenemos que tener claro que se debe guardar siempre un equilibrio entre nuestro bienestar y el suyo.
Además, existen las denominadas vacunas hiposensibilizantes, que consisten en la administración de pequeñas cantidades del alérgeno que se van aumentando hasta llegar a una dosis máxima que se emplea durante todo el tratamiento y, finalmente, pueden acabar con la alergia.
Por último, recordar que numerosos estudios confirman que las personas que conviven con gatos desde pequeñas presentan un riesgo menor de desarrollar alergia a ellos en el futuro. Por lo que ¡nada como crecer con un gato desde la infancia!