¿El protocolo vacunal es único para todos los gatos o depende de su estilo de vida? ¿Debo vacunar a mi gato aunque no salga de casa? ¿Cada cuánto se debe vacunar a un gato? Las respuestas a todas estas preguntas y mucho más a continuación.
Una de las partes más importantes de nuestro trabajo como veterinarias es la medicina preventiva, es decir, prevenir enfermedades para no tener que curarlas. Un buen diseño de un protocolo vacunal adecuado al estilo de vida que lleve cada gato es importantísimo para evitar la aparición de determinadas patologías felinas.
¿Cuáles son las principales vacunas en el gato en España y cuándo se deben administrar?
La trivalente: esta nos incluye los virus de la panleucopenia felina (FPV), el herpesvirus felino (FHV) y el calicivirus felino (FCV). La primera vez que se administra debe ser en dos dosis indistintamente de la edad del gato. Dependiendo de las circunstancias, a veces incluso es necesario una tercera dosis. Idealmente se debe hacer a las 8, 12 y 16 semanas cuando el gatito es pequeño. En el caso de un gato más mayor se debe poner una primera dosis cuando se pueda y una segunda a los 21-28 días de esta. Un año después de la segunda (o tercera) dosis se debe hacer la revacunación anual y posteriormente se deberá hacer cada año en la misma fecha. Dependiendo de la edad y las circunstancias del gato la veterinaria puede decidir administrarla cada año o incluso espaciarla cada tres años.
La leucemia: esta vacuna únicamente incluye la vacuna contra el virus de la leucemia felina (FeLV). La primera vez que se administra se deben poner dos dosis independientemente de la edad del gato. En este caso no es necesario una tercera dosis. Lo ideal es comenzar a las 8-9 semanas y administrar la segunda dosis a las 12 semanas. En el caso de un gato más mayor se pondrán dos dosis separadas 21-28 días. La revacunación se debe hacer al año de la segunda dosis y posteriormente a partir de los 3 años se puede administrar cada 1-3 años según el criterio de la veterinaria.
La rabia: esta vacuna solo incluye el virus de la rabia (RABV). La primovacunación se debe hacer a partir de las 12 semanas en una única dosis. Al año de esta se debe realizar una revacunación y, posteriormente, dependerá del tipo de vacuna administrada y la legislación de la comunidad autónoma en la que se viva.
Existen otras vacunas frente al Coronavirus felino (FCoV), Chlamydia felis o Bordetella bronchiseptica, pero solo se deberán administrar en circunstancias en las que exista un riesgo elevado y sostenido.
¿Dónde se deben inyectar las vacunas?
En gatos existe el denominado sarcoma asociado al punto de inyección (SAPI), por tanto, se debe seguir un protocolo a la hora de administrar cualquier vacuna con el fin de no hacerlo múltiples veces en la misma localización. Se recomienda realizar la inyección en las extremidades o incluso la cola. De esta manera, se facilita el manejo quirúrgico en caso de un posible sarcoma.
¿Qué vacunas debo poner a mi gato si sale y si no sale?
No se debe seguir un protocolo único para todos los gatos, sino que se debe diseñar uno para cada paciente debido a que no es igual el riesgo que corre un gato que vive dentro de casa que uno que sale al exterior.
En el caso de un gato outdoor es recomendable la administración de las tres vacunas citadas anteriormente debido al riesgo de contagio de estas enfermedades.
Por otro lado, en los gatos indoor solo es necesario administrar la vacuna trivalente. El vivir dentro de casa es una medida de prevención en sí misma frente a la leucemia y la rabia. Sin embargo, al ser la rabia una zoonosis, tiene una legislación propia que dependerá de la localización geográfica del gato (¡cómo si los virus entendieran de fronteras!).
Diseñar un buen protocolo vacunal no es tan complicado, solo se trata de comprender el tipo de vida del gato y el riesgo que tiene según las vías de contagio de cada una de las enfermedades. Asimismo, este también puede variar según nuestras circunstancias, ya que si estamos en contacto estrecho con animales (veterinarias, auxiliares, voluntarias de protectoras, alimentadoras de colonias…) podemos actuar de fómites de algunos virus y llevarlos a casa, por lo que en estos casos deberemos ser aún más precavidos.
Marina Portugués