- «Un gatito transforma el regreso a una casa vacía en la vuelta al hogar.»
Pam Brown
- «Por supuesto que se puede querer más a un gato que a un hombre. De hecho, el hombre es el animal más horrible de la creación.»
Brigitte Bardot
- «Tú nunca me dejarás, ni nada podrá separarnos. Tú eres mi gato y yo soy tu humano. Ahora y siempre, en la plenitud de la paz.»
Hillaire Belloc
- «Dios hizo el gato para ofrecer al hombre el placer de acariciar un tigre.»
Victor Hugo
- «La elegancia quiso cuerpo y vida, por eso se transformó en gato.»
Guillermo de Aquitania
- «Los perros nos miran como sus dioses, los caballos como sus iguales, pero los gatos nos miran como sus súbditos.»
Winston Churchill
- «El gato es el único animal que ha logrado domesticar al hombre.»
Marcel Mauss
- «Los gatos son incomprendidos porque no se dignan a explicarse: son enigmáticos únicamente para quien ignora la potencia expresiva del mutismo.»
Paul Morand
- «El ideal de la calma es un gato sentado.»
Jean Renard
- «El hombre tiene dos medios para refugiarse de las miserias de la vida: la música y los gatos.»
Albert Schweitzer
- «No puedes nunca ser dueño de un gato; en el mejor de los casos te permite ser su acompañante.»
Harry Swanson
- «Mi gato nunca se ríe o se lamenta, siempre está razonando.»
Miguel de Unamuno
- «El más pequeño gato es una obra maestra.»
Leonardo da Vinci
- «Las mujeres y los gatos hacen lo que les place; los hombres y los perros deberían relajarse y acostumbrarse a esa idea.»
Robert A. Heinlein
- «Los gatos son distantes, discretos, impecablemente limpios y saben callar. ¿Acaso hace falta más para considerarlos una excelente compañía?»
Reina María Leszcysnka
- «El paraíso jamás será paraíso a no ser que mis gatos estén ahí esperándome.»
Epitafio en un cementerio de animales
- «Es una labor muy difícil ganar el afecto de un gato; será tu amigo si siente que eres digno de su amistad, pero no tu esclavo.»
Teófilo Gautier
- «Los gatos son individuos soberanos, con sus propias ideas sobre todas las cosas… Y eso incluye a las personas de su posesión.»
John Dingman