¿Castrar o no castrar?, esa es muchas veces la cuestión. Resolvemos todas tus dudas para que tomes la mejor decisión para tu gato.
La castración consiste en la extirpación de las glándulas genitales; es decir, los testículos en los machos y los ovarios (ovarioectomía) u ovarios y útero (ovariohisterectomía) en el caso de las hembras. De esta manera, no se producen hormonas sexuales y, debido a ello, desaparece el instinto sexual. Con la esterilización, sin embargo, solo se cortan los oviductos de la hembra (ligadura de trompas) o las vías espermáticas del macho (vasectomía); manteniéndose así el apetito sexual debido a que los órganos sexuales permanecen intactos.
Existe cierta controversia con el tema de castrar o no al gato. Es común pensar que cuando castramos al animal estamos yendo en contra de su naturaleza. No obstante, para los animales el sexo es un proceso físico que sirve para su reproducción, por lo que únicamente será esto de lo que les privemos.
Optar por la castración presenta muchas ventajas en lo que respecta a la convivencia. En primer lugar, el animal dejará de tener el celo y no sentirá tanta necesidad de salir a la calle para satisfacer su instinto sexual, previniendo así que pueda preñar o que quede preñada. De esta manera, también evitaremos que nuestro gato contribuya a la sobrepoblación de gatos callejeros que existe a día de hoy.
Además, el salir a la calle conlleva diversos peligros: infecciones, parásitos, peleas, etc., así como la preocupación que nos supone el hecho de que nuestro gato se encuentre fuera de casa.
También acabamos con las molestias que genera su conducta sexual; como los maullidos constantes de las hembras y el olor desagradable de la orina de los machos. Asimismo, el comportamiento básico del gato solo varía en que estos se vuelven más cariñosos y tranquilos.
Por otro lado, prevenimos de diversas patologías a nuestro gato pues, en hembras desaparece la posibilidad de: pseudogestación o embarazo psicológico, tumores mamarios, quistes ováricos o uterinos y piometras; y en machos de tumores testiculares, prostáticos o de glándulas perianales.
Finalmente, cabe destacar que en los animales castrados aumenta la longevidad, por lo que si queremos que nuestro gato nos acompañe muchos años, debemos decidirnos por la castración.