Los gatos necesitan una serie de recursos en su ambiente que están directamente relacionados con su estado de salud, tanto mental como física.

El enriquecimiento ambiental consiste en la utilización de estímulos para aumentar el control del animal sobre el ambiente en el que se encuentra y favorecer los comportamientos propios de su especie. Asimismo, supone un desafío cognitivo que hace posible la mejora en la calidad de vida del gato.

Las estrategias que podemos emplear para lograr un buen enriquecimiento ambiental son muy diversas:

  • Espacio físico: es muy importante que los gatos tengan, además de las áreas de alimentación, eliminación y descanso, sitios elevados a los que poder subirse. Éstas pueden ser desde simples estanterías despejadas hasta postes para trepar, pero deben estar hechos de materiales que le resulten atractivos al gato como madera, felpa, esparto, etc.

  • Juguetes: lo ideal es que simulen situaciones de caza, pues la conducta depredadora es innata en el gato. De este modo, podemos emplear palitos con plumas colgando de un hilo, muñecos de ratones, pelotas de goma, etc.

  • Bandeja de arena: debe seguir la regla “1+1”, es decir, un arenero por cada gato más una. Debe ser grande y preferiblemente descubierto y la arena empleada aglomerante y sin perfume y en suficiente cantidad para que el gato pueda enterrar correctamente la orina y las heces. Su localización ha de ser en un lugar tranquilo, de fácil acceso y lejos de la comida y el agua. Y la limpieza tendrá que ser constante, mínimo 2-3 veces al día.

  • Rascadores: son indispensables para que el gato pueda realizar el marcaje con las uñas. Existen en el mercado muchos tipos de rascadores: de cartón, de esparto, felpudos y árboles rascadores.

  • Alimentación: debe ser ad libitum, es decir, que el gato disponga de ella cuando quiera. Sin embargo, en la naturaleza tienen que cazar el alimento, por lo que podemos emplear algunos materiales para simularlo como hueveras, cajas o pelotas con agujeros.

  • Agua: podemos colocar cuencos con agua en distintos puntos de la casa, así como emplear fuentes, que tienen un movimiento constante del agua y les atrae bastante.

  • Estimulación sensorial: puede ser visual u olfativa. La primera puede ser tan simple como que el gato disponga de una ventana a través de la que pueda observar. En cuanto a los estímulos olfativos, destaca el uso de hierbas como la denominada hierba gatera o catnip (Nepeta cataria) o la valeriana, así como el empleo de feromona facial felina (F3).

  • Enriquecimiento social: la presencia de otro compañero felino (o de otra especie) puede incrementar el juego y disminuir considerablemente el aburrimiento. Sin embargo, debemos tener en cuenta que ambos individuos sean compatibles pues, de no serlo, puede suponer un estrés constante para el animal.

Si llevamos a cabo la mayoría de estas pautas, la calidad de vida de nuestros amigos felinos será mucho mejor y los veremos más felices.