“A mother with her playful kittens watched over by a terrier”, Henriëtte Ronner-Knip (1821-1909)

Nacida en Amsterdam, a sus dieciocho años ya era famosa, pintó numerosas obras de animales para centrarse más adelante en pinturas de gatos.

En este cuadro vemos a una mamá gata que está con su numerosa camada y le acompaña un perrito. La madre recostada y paciente tiene su mirada entornada sabiendo que sus cachorros están en continuo movimiento. El que trata de escalarle, posiblemente ha sido el último en mamar, y ahora busca juego como el resto de sus hermanos. En el centro vemos a uno de ellos que juega con las borlas del cojín, siendo observado por el gatito blanco que le alarga la pata para llamar su atención y así participar en su diversión. Al fondo vemos al único gato negro que está en perfecta comunicación con el perrito y la segura intención de pedirle juego. Y después, si subimos la mirada hacia arriba vemos al quinto de los hermanos que cansado por el esfuerzo de trepar por la silla se ha quedado acomodado encima de una caja entelada de amarillos y azules, sin perder de vista la escena.

Una imagen entrañable que nos regala esta pintora holandesa.