La dieta del gatito varía considerablemente en cuestión de muy poco tiempo y es importante que conozcamos el tipo de alimento que necesita ingerir en cada momento, así como la forma adecuada de administrarlo.

Durante el primer mes de vida, el gatito se alimentará exclusivamente de leche. Lo ideal es que el periodo de lactancia del gatito sea con sus hermanos y su madre. Sin embargo, en muchas ocasiones no es posible y debemos conocer cómo manejar este periodo en el caso de gatitos huérfanos.

Durante los primeros días de vida, es fundamental que el gatito tome varias tomas de un sustitutivo del calostro de su madre, aunque ya tenga unos días de vida, ya que los gatitos al nacer solo tienen un 5% de anticuerpos protectores contra enfermedades. Por otro lado, la ingestión de calostro es muy importante para la maduración del tracto gastrointestinal. Existen marcas comerciales que ya venden calostros de sustitución para gatitos que, además, aportan nutrientes como proteínas y grasas en similar proporción a la leche.

Posteriormente, pasaremos a la alimentación con leche artificial o un sustitutivo de la leche materna de la gata. Estas leches proporcionan la energía necesaria para que el gatito esté bien nutrido y crezca adecuadamente, y son similares en composición a la leche de la gata. Existen numerosas marcas que fabrican estas leches de sustitución para gatitos, sin embargo es mejor apostar por leches de marcas de alta gama. En ningún caso, es recomendable la administración de leche de vaca, cabra o incluso yogur para alimentar al gatito. En caso de emergencia, la utilización de leche de sustitución destinada a perritos podría ser una opción para utilización puntual pero no a largo plazo, puesto  que le porcentaje de glucosa, grasa y proteína no es el adecuado para el crecimiento del gatito.

A la hora de alimentar al gatito tendremos en cuenta los siguientes aspectos:

  • Nunca se debe alimentar a un gatito con una temperatura por debajo de 35 grados. Durante la primera semana de vida la temperatura fisiológica de un gatito es de 35-37.2 ºC. Durante la segunda semana de vida, es un poquito más alta, siendo de 36.1-38.2 ºC. Si alimentamos al gatito con una temperatura inferior a 35 grados este no tendrá reflejo de succión y, además, el intestino no tendrá una funcionalidad adecuada. Por tanto, siempre es recomendable si encontramos un gatito huérfano, medir la temperatura y, si es inferior a 35 grados, primero debemos calentarlo progresivamente y posteriormente alimentarlo.
  • Debemos controlar el peso del gatito todos los días para saber si la alimentación está siendo correcta. Un gatito tiene un peso medio al nacimiento entre 100-150 gramos y deben ganar unos 10 gramos de peso diarios.
  • La alimentación durante la primera semana de vida debe ser cada 2 horas, ya que así evitaremos la deshidratación y la hipoglucemia del gatito, puesto que sus niveles de glucosa dependen de la alimentación. Durante la segunda semana podemos alimentar ya cada 4 horas. La cantidad de leche a administrar viene especificada en cada marca comercial según la edad y el peso del gatito. En caso de duda, debemos consultar a nuestra veterinaria.
  • Debemos lavar los biberones antes de cada toma, hervirlos a menudo y prepararlos con agua mineral hervida. El biberón se debe servir a 37-38 grados y no se aconseja administrar leche preparada más de una hora. Con todo esto evitamos infecciones intestinales en el gatito que tiene pocas defensas.
  • En el caso de gatitos débiles sin reflejo de succión, nunca debemos forzar con un biberón o jeringuilla porque podemos provocar neumonías y complicaciones. En este caso, hasta que el gatito adquiera fuerza y tenga reflejo de succión lo ideal es realizar una alimentación mediante sonda. Para ello debemos: pesar al gatito, preparar correctamente la leche (cantidad correcta y a una temperatura adecuada), determinar la longitud de la sonda (midiendo hasta la última costilla), introducir entre lengua y paladar y permitir que trague. Para la alimentación por sondaje se utilizan sondas especiales para ello o sondas urinarias de gato sin fiador. Para su colocación debemos contactar con nuestra veterinaria, que nos enseñará a sondar al gatito sin complicaciones.

Una vez que el gatito tiene 4 semanas, ya sea un gatito huérfano o un gatito que haya estado con su madre, podemos introducir dieta sólida. Para ello, podemos ofrecer una parte de pienso y tres partes de leche o agua para ir acostumbrándolo al sabor y la textura. Lo ideal son las dietas húmedas formuladas para gatitos, que les aportarán nuevos sabores y la humedad que necesitan, en combinación con pienso especial de gatito. Podemos probar diferentes texturas para educar su paladar y que, el día de mañana, si requiere una dieta específica, sea más fácil la habituación al nuevo alimento. Esta dieta se debe mantener hasta la castración, en torno a los 6 meses, cuando sus requerimientos energéticos variarán para ser más similares a los de un gato adulto.