gato colorado

Leopardus guigna (Sudamérica)

El gato colorado (Leopardus guigna), también llamado gato chileno, Huiña o Kodkod, que en el idioma mapuche significa “cambio de morada” o ladrón, es endémico de las regiones occidentales de Argentina y el sur de Chile. Su género, Leopardus, que comparte con otros pequeños felinos del continente americano, se debe a que su pelaje recuerda al del gran felino, pero hay que recordar que el leopardo pertenece al género Panthera.

Es uno de los felinos más pequeños del continente americano siendo algo más pequeño que el gato doméstico. Mide de 39 a 48 cm de largo, más 20 a 25 cm de cola, y 42 a 51 cm de alto. Su peso ronda los 2 kg. Tienen la cabeza pequeña y la cola corta y gruesa en contraste con sus fuertes y anchas patas, lo que le permite subir a los árboles con facilidad. El pelaje es anaranjado con manchas negras y  es relativamente frecuente el melanismo o exceso de pigmentación oscura. Existen dos subespecies, Leopardus guigna tigrillo y Leopardus guigna guigna, que se distinguen por una coloración de las patas más clara y un menor tamaño del cuerpo del segundo en relación al primero.

Gracias a collares de seguimiento se sabe que es solitario y muy activo. Los machos llegan a recorrer al día varios km y sus territorios son extensos, las hembras mantienen territorios más reducidos y son más sedentarias. Habita los bosques subandinos hasta los 2500 m sobre el nivel del mar y en zonas más perturbadas de sotobosque, matorral y cañaveral denso, lo que le permite esconderse con facilidad. A veces se acerca a las zonas rurales donde se dan los pocos avistamientos que se tienen de este felino pero siempre con zonas de bosque cercanas para poder escapar del hombre. Tiene hábitos diurnos en los bosques salvajes y nocturnos en las zonas rurales y pasa la mayor parte del tiempo en las copas de los árboles. Es muy ágil y un excelente saltador y trepador de árboles, por los que se mueve gran parte del tiempo y utiliza para escapar cuando se halla en peligro.

La dieta de estos felinos se compone de aves y de pequeños mamíferos aunque también caza lagartijas y suele atacar a aves de corral, lo que les ocasiona conflictos con los granjeros locales que llegan a cazarlos. También controlan las poblaciones de roedores introducidos del género Rattus, que ocasionan daños a la agricultura.

Su período de gestación varía de 72 a 78 días, tras el cual da a luz entre 1 y 4 crías. El cuidado de los gatitos es exclusivo de las hembras y para protegerlos construyen un nido de ramas entrelazadas con hojas y pelos sobre los árboles o matas de cañas, a unos dos metros del suelo o aprovechan nidos abandonados de aves rapaces.

El gato Huiña es uno de los más amenazados de sudamérica, ya que los bosques en los que habita están en peligro por la deforestación. Las poblaciones de Argentina están más protegidas que las de Chile gracias a varios parques nacionales que protegen los bosques en los que vive. Se estima que actualmente hay unos 10.000 ejemplares, pero su población está disminuyendo. A pesar de todo esto está catalogado como “vulnerable” por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) por su capacidad de tolerancia a las perturbaciones.

Las principales amenazas del gato Huiña son la fragmentación del hábitat y los atropellos, la depredación por perros salvajes y la caza ilegal por parte del hombre en represalia por la depredación de aves de corral.