Sabemos que los gatos son muy sutiles y sigilosos. De hecho la mayoría de los felinos prefieren pasar desapercibidos y no hacerse notar y, por eso, muchas veces pueden parecernos independientes, que van “a su bola”. Lamentablemente, esto puede llevar a que no advirtamos cuando algo no va bien, ya que los cambios de comportamiento en nuestro gato pueden ser casi imperceptibles.
En este post te enseñamos a reconocer 5 comportamientos que indican que tu gato puede estar padeciendo ansiedad o frustración.
1. Andar deambulante, también conocido como «pacing«. Este comportamiento es típico de gatos con frustración, aunque también podemos verlo en aquellos gatos que padecen demencia senil. En ambos casos los paseos pueden acompañarse de maullidos fuertes y largos “a la nada”. Los grandes felinos confinados en un espacio inadecuado a menudo desarrollan este comportamiento, incluso llegando a andar en círculos.
2. Lamerse la nariz una vez. Si no le has dado nada de comer a tu gato, no se está acicalando en ese preciso momento y hay algo en el entorno que puede causarle estrés, si se lame la nariz indica que ¡la situación le está sobrepasando!
3. Mover la cola de lado a lado con movimientos rápidos, indica que el gato está intranquilo. Hay gatos que son de temperamento nervioso y pasan horas al día con este comportamiento, especialmente cuando juegan. También lo podemos advertir en aquellos gatos que están pasando por un proceso de habituación a un nuevo compañero o entorno. Es importante que lo sepamos reconocer ya que puede interpretarse como un mensaje de advertencia de “no sigas por ahí que me estás sacando de mis casillas”.
4. Reaccionar de forma exagerada, incluso con pequeños espasmos en la espalda o «rolling skin syndrome«. Cuando un gato está alerta, ya sea porque el entorno es inseguro o porque se siente vulnerable a causa de dolor o enfermedad, puede responder con sobresalto. Si el estímulo que provoca la respuesta, por ejemplo, el ruido de una bolsa, nunca ha molestado a tu gato y en esta ocasión se pone alerta, deberías observarlo ya que puede indicar que algo no anda bien.
5. Acicalamiento excesivo como respuesta a un estimulo estresante. Esto se conoce como “copying mechanism”, a través de la repetición de esta acción el gato recupera la sensación de control. Suele producirse sobre un lugar concreto del cuerpo. Podemos confundirlo fácilmente con el acicalamiento normal o acicalamiento por prurito, la clave es observar el contexto en el que se produce. Por ejemplo, si tu gato se para a lamerse el costado cada vez que suena un ruido inesperado como el llanto de un bebé es posible que se trate de una respuesta al estrés y, por tanto, manifiesta que el gato está padeciendo ansiedad y frustración.
Todos estos comportamientos son signos inequívocos de estrés y pueden padecerlos tanto pequeños como grandes felinos. Ahora que los conoces podrás detectarlos fácilmente y sabrás si tu gato se encuentra cómodo en situaciones potencialmente estresantes. ¿Reconoces alguno de estos signos de ansiedad en tu gato?
Alicia Gosálbez