El hipertiroidismo es la enfermedad endocrina más común en los gatos y consiste en una secreción excesiva y descontrolada de T4 (tiroxina) y T3 (triyodotironina) por parte de la glándula tiroides.
La mayoría de los casos de esta patología aparecen en gatos mayores de 10 años, por tanto, podemos afirmar que se trata de un trastorno típico de animales geriátricos.
Los síntomas más comunes que presentan estos animales son: pérdida de peso, polifagia (come más de lo normal), vómito, poliuria/polidipsia (orina/bebe más de lo normal) e hiperactividad. Además presentarán las glándulas tiroides engrandecidas, las cuales se encuentran a ambos lados de la tráquea, por lo que podremos palparlas fácilmente a este nivel.
En cuanto al tratamiento, tendremos dos opciones:
- Tratamientos crónicos: como el empleo de tioureas, que son fármacos que bloquean la síntesis de hormonas tiroideas; o el uso de dietas comerciales restringidas en yodo para normalizar los niveles de T4.
- Tratamientos definitivos: como la tiroidectomía, que consiste en la extirpación total o parcial de la glándula tiroides; o el empleo de yodo radiactivo.
El pronóstico de la enfermedad dependerá de diversos factores, empeorando cuanto mayor sea el gato y con la presencia de otras patologías, sobre todo de tipo renal.
Finalmente, añadir que es conveniente la realización de analíticas periódicas, así como el empleo de una correcta alimentación en aquellos gatos que superen los 10 años de edad, para así poder detectar y controlar lo antes posible la aparición del hipertiroidismo.