¿Sospechas que tu gato puede tener una intolerancia alimentaria? ¿Te has preguntado si eso puede ser posible? Te invitamos a conocer un poco más sobre las intolerancias y alergias alimentarias felinas.
En humanos son frecuentes las intolerancias y/o alergias a ciertos alimentos. La reacción adversa al alimento es una respuesta anormal hacia determinados alérgenos alimentarios. Tanto en animales como en humanos, la reacción adversa al alimento se divide en dos tipos:
- Intolerancia alimentaria: respuesta fisiológica anormal no mediada por el sistema inmune.
- Alergia alimentaria: reacción adversa mediada por el sistema inmune.
Los alérgenos más comunes en el gato son: vacuno, pescado, pollo, trigo, maíz, lácteos y cordero. Pueden desarrollar reacción adversa al alimento por varios alérgenos a la vez. Es importante tener claro que puede existir reactividad cruzada entre diferentes alimentos, predisponiendo a que un gato sea alérgico a alimentos a los que nunca ha tenido exposición.
No se sabe al 100% cómo se desarrolla, pero sí se conocen factores predisponentes: dieta previa, genética, estado de salud y estado inmunológico. Algunos estudios han demostrados que gatitos con Toxoplasma gondii latente muestran un aumento de inmunoglobulinas específicas IgE (las que suelen aumentar en alergias); lo que sugiere que el parasitismo puede desempeñar un papel en el desarrollo de alergias alimentarias.
Las reacciones alérgicas pueden ocurrir horas, días e incluso semanas después de la exposición al alérgeno. Y, en los gatos, al igual que en los humanos, pueden aparecer a cualquier edad.
¿Qué síntomas podemos ver?
En ocasiones, las reacciones adversas al alimento pueden ser indistinguibles de las alergias ambientales, pues un alto porcentaje de gatos presentan lesiones dermatológicas por prurito no estacional (picor, típico en las alergias ambientales). Estas lesiones suelen complicarse con infecciones bacterianas secundarias, que habrá que tratar adecuadamente, ya que empeoran el estado general y la sensación de picor. Hasta un 77% de los gatos con intolerancia/alergia alimentaria presentan únicamente signos cutáneos.
Muchos felinos con esta enfermedad tienen síntomas gastrointestinales: vómitos, diarrea, hiporexia/anorexia, dolor abdominal, salivación, flatulencias y enfermedad inflamatoria intestinal. Aunque también hay signos clínicos menos frecuentes como: problemas respiratorios, hiperactividad y conjuntivitis.
¿Cómo se llega al diagnóstico?
No existen pruebas para intolerancia/alergia alimentaria validadas para los felinos, por tanto, no se puede utilizar como método diagnóstico. Por tanto, solo podremos diagnosticarlas por respuesta positiva a un ensayo de dieta de eliminación y realizando posteriormente una dieta de provocación.
¿Cuál es el tratamiento?
Se puede realizar un ensayo con dos tipos de dieta:
- Proteína novel: las proteínas noveles son proteínas de ingredientes poco comunes en la alimentación del animal, que son seleccionadas para minimizar la exposición a posibles alérgenos. Se trata de encontrar una proteína a la que no haya estado expuesto en ningún momento.
- Proteína hidrolizada: la proteína hidrolizada es una proteína funcional especialmente formulado para mejorar el rendimiento de la alimentación de los animales. Se produce a través del proceso de hidrólisis enzimática, que genera cadenas más pequeñas de aminoácidos, los péptidos bioactivos. Es decir, son proteínas tan diminutas que el sistema inmune no reacciona contra ellas. De esta forma, el gato no genera reacción adversa porque no es capaz de reconocerla como alérgeno.
Por comodidad del propietario y, como a día de hoy es difícil conseguir encontrar una proteína que el animal no haya probado nunca (gran variedad de dietas diferentes en el mercado), se suelen utilizar dietas comerciales. Las únicas dietas disponibles, que certifican que están fabricadas según la normativa y que, por lo tanto, son verdaderamente hipoalergénicas, son:
- z/d de Hill’s (ave).
- Hypoallergenic de Royal Canin (pollo).
- Anallergenic de Royal Canin (maíz).
- HA de Purina (soja).
- Food Allergen Management de Specific (salmón).
- UltraHypo de Farmina (pescado).
El cambio de la dieta habitual a la nueva se realiza de forma progresiva durante varios días. Una vez realizado el cambio por completo se mantiene esta dieta un mínimo de 6-12 semanas y se comprueba que ha habido una respuesta positiva. Los síntomas gastrointestinales suelen mejorar a partir de las 2 semanas, mientras que la mejoría de los signos cutáneos suele producirse a partir de los 2 meses (en el 90% de los casos).
Para realizar la dieta de provocación tenemos que tener en cuenta que la recaída de la sintomatología puede ocurrir desde unos minutos hasta 14 días de la exposición. Lo ideal es ir probando con un ingrediente cada vez y ver, cuál es el que le genera la reacción adversa al alimento. La falta de rigor por parte del propietario con premios, como malta, y comida húmeda que no forman parte de la alimentación pautada es una de las principales razones por las que no se realizan de forma adecuada la dieta de eliminación.
Si sospechas que tu gato puede tener una intolerancia o alergia alimentaria consulta con tu veterinario. Los dos gatos de una de nuestras compañeras tienen alergia alimentaria. Los síntomas que tenían eran gastrointestinales: Luffy (diarrea crónica) y Nami (vómito crónico). Y, con un cambio de dieta estricto y un buen seguimiento, actualmente están completamente sanos.